Alejandro Durán Díaz primer Rey Vallenato 1968

Nació en el Paso – Cesar, tiene un hijo acordeonero, de nombre Alejandro como él, su vena musical le viene, no sólo de la madre, Juana Díaz, que era una excelente cantadora de tamboras, sino del tío Octavio Mendoza, «El Negro Mendo», que le enseñó el arte de tocar el Acordeón y de su propio padre, Nafer Donato Durán Mojica, que era acordeonero. Cuando se inició el Festival de la Leyenda Vallenata en 1968, fue coronado como el primer Rey. En 1987, veinte años después se presentó nuevamente a concursar cuando en el Festival se elegiría al Rey de Reyes, pero fue derrotado en la final por Nicolás «Colacho» Mendoza. Tenía al pueblo a su favor, y cuando se escuchó el veredicto del jurado que elegía a «Colacho» como el Rey de Reyes, el pueblo enfurecido por tal decisión, con piedras, botellas y lo que encontró la emprendió contra la Tarima Francisco el hombre, la plaza y lo que encontraba, pues no aceptaba el fallo. Pero no había nada que hacer, el nuevo Rey era «Colacho». Frente a esta situación, El Negro Alejo, como se le conocía a Alejandro Durán, decepcionado dijo que jamás volvería a participar en el Festival. Al llegar a su pueblo natal, la gente le hizo una «CORONA» y lo proclamó «REY», y en honor a su memoria, todos los años se realiza en el Paso el Festival Pedazo de Acordeón. El Son, la Puya, el Paseo y el Merengue, recibieron de Alejo el más significativo respeto y toda la aplicación de su talento. Su hora inmortal está compendiada en títulos de su autoría y obras musicales de su autoría y obras musicales de compositores no menos famosos que se enorgullecieron al ser interpretados por él. Rafael Escalona, Leandro Díaz, Tobías Enrique Pumarejo y Juancho Polo Valencia, permitieron que «El Negro Grande» o el «Negro Alejo» estampara su característica autenticidad. Falleció el 15 de noviembre de 1989.